¿ Cuál es el error más común en las Dietas de Adelgazamiento ?
Como ya empiezo a verme bien, y ya sé qué tengo que comer -aunque aún me falten por perder algunos kilos- me doy el alta y dejo de ir a los controles.
Esta situación viene siendo bastante habitual. Muchas personas empiezan una dieta bajo un control dietético, que les está funcionando de maravilla, pierden peso regularmente y, entendiendo el porqué de los cambios que se les recomienda en su alimentación, un buen día deciden por su cuenta y riesgo, sin más, que ya no necesitan acudir a las visitas porque creen ser capaces de perder los últimos kilos que les quedan por ellos mismos.
Lo malo de esto es que la gran mayoría, pasados unos meses sin saber de ellos, regresan a la consulta, arrepentidos de haber tomado esa iniciativa y de haberlo dejado sin continuar con la supervisión hasta el final, creyendo que serían capaces de conseguirlo, pero lamentablemente no ha sido así.
¿Y qué ha sucedido durante este tiempo?
Pues que un día “he picoteado, pero mañana me pondré en orden” (pero no lo he hecho), y otro día “salgo a comer con las amigas, comiendo y bebiendo de todo sin miramiento ni control” y “ya lo compensaré por mi cuenta” (pero tampoco lo hago). Y al siguiente “hoy me he quedado en casa, y como no tenía ganas de cocinar, me he comido las sobras que tenía en la nevera”…
Y así, sucesivamente, van pasando los días, sin control ni compensación ninguna.
Cuando se dan cuenta, han pasado algunos meses y no sólo no han perdido lo poco que les faltaba para estar en un peso correcto, sino que han ido aumentando poco a poco por culpa de esos excesos que han ido haciendo, recuperando los kilos que habían perdido y tirando por tierra todo su esfuerzo anterior.
Así que, por favor, ¡terminemos aquello que hemos empezado! No nos paremos a la mitad, hay que intentar llevar a término lo que nos proponemos, y para ello es importante contar con apoyo profesional.
Es muy gratificante alcanzar nuestras metas.
