“La materia no se crea ni se destruye, se transforma”
¿Adónde va la grasa cuando perdemos peso?
Esto parece un poco difícil de explicar, pero vamos a intentarlo. Empezaremos recordando que el único alimento que llega al colon sin digerir e intacto es la fibra dietética, todos los demás se absorben en el torrente sanguíneo y los órganos, quedándose allí hasta que los vaporizamos.
Así que cualquier dieta que suministre menos “combustible” del que se quema hará que adelgacemos, aunque el problema es que no sabemos bien por qué ocurre.
Según diferentes estudios, gran parte de lo que comemos se expulsa por los pulmones, esto nos lleva a algo difícil de explicar y de entender.
¡Vamos a intentarlo!
La grasa se convierte en dióxido de carbono y agua. El dióxido de carbono lo exhalamos y el agua se mezcla en nuestra circulación hasta que se elimina por la orina o el sudor.
O sea, que casi todo el peso que se pierde es porque se exhala, o lo que es lo mismo, gran parte de lo que comemos lo expulsamos por los pulmones -lo consumimos-, y todo este proceso super complicado de entender, es nuestro metabolismo.
¡Atención! Ninguna pastilla que se pueda comprar aumentará nuestra tasa metabólica, a pesar de los reclamos con que nos tienten.
Como buena noticia, podemos decir que no sólo quemamos de día, sino que también lo hacemos de noche, aunque en menos cantidad, ya que nuestro metabolismo no se para, sólo se ralentiza.
La forma de aumentar nuestra tasa metabólica será siempre moviendo los músculos o, lo que es lo mismo, manteniendo una buena actividad física. Simplemente el hecho de ponernos de pie, vestirnos, no dejar de movernos durante el día, saliendo a caminar, hacer cosas en casa, limpiando, ordenando, etc, aumenta nuestra tasa metabólica, lo que quiere decir que perderemos más grasa.
¡Ánimo, ponte en movimiento!
