Dieta Equilibrada para Adelgazar
Los tres pilares a tener en cuenta para poder adelgazar son: estar motivado, estar bien informado, y una buena planificación.
Nuestro cuerpo no está diseñado para tener sobrepeso ni obesidad.
Hay personas que ven normal que les sobren 10 ó 15 kilos y eso es bastante grave, porque si tienes 10 kgr de más ya empiezas a ser una persona enferma. Sí, lo que he dicho, enferma, no asociamos nunca a nuestro sobrepeso enfermedades que van siempre asociadas a él. Esto quiere decir que, si no pesáramos de más, probablemente no las padeceríamos.
La gente pierde peso, pero luego no lo mantiene y lo recupera, no se cura el exceso de peso.
No nos engañemos: no hay un obeso sano, la obesidad por ella misma causa enfermedades.
El gran problema es que la gente no es consciente de que hay que aprender a cuidarse uno mismo: rectificar hábitos en casa, cuando se compra, cuando comemos en la empresa o en el restaurante, o bien cuando salimos a cenar con los amigos.
Si no sabemos controlar nuestro peso, no seremos capaces de mantenerlo: hay que cambiar los malos hábitos.
La mayoría de personas con sobrepeso u obesidad no quieren pesarse, las básculas son sus “enemigas” y no debería ser así, ya que la báscula nos sirve de aviso para ver que algo está fallando.
Realmente, cada persona es diferente, y su peso dependerá de diferentes factores como la genética, la edad, el trabajo, su estructura corporal, etc.
Lo mismo ocurre con la dieta: una dieta sana no es única, cada uno debe saber elegir según sus gustos, pero eso sí, con alimentos sanos.
¡Y ojo! Ocurre que a veces, nos dejamos engañar, o simplemente que no sabemos comer sano, pues pensamos que tomar un vaso de zumo es tomar fruta, que comer pasta de colores es tomar verduras, o que el pan integral no engorda. Esto lo veo bastante en mi consulta.
Además, no solo hay que leer bien las etiquetas, sino que hay que comprar menos productos envasados y más productos frescos y naturales.
Es muy importante la calidad de la comida. Debemos ser capaces de comer mejor, quitar de nuestra dieta aquellos alimentos que no nos benefician y que además engordan.
Hay que moverse más y disminuir (que no eliminar) el consumo de grasas y de hidratos.
En definitiva: “debemos ser responsables de nuestro cuerpo”.