¿Qué hacemos mal?
Por lo menos uno de cada tres niños en España sufre exceso de peso en la etapa de 5 a 10 años y de 14 a 17. Esto nos dice que no practicamos el estilo de vida mediterráneo, ni dieta, ni actividad física al aire libre.
Se está dando el caso de que estamos dejando de seguir los hábitos alimenticios mediterráneos, mientras que cada vez más seguimos los hábitos anglosajones.
¡Es urgente corregir lo que comen los niños hoy!
¿Cómo podemos hacerlo? Lo primero es saber cuáles son los alimentos imprescindibles que deben consumir a diario, y que son: vegetales, pan, pasta, arroz, pescado, lácteos, aceite de oliva y frutos secos.
Además, su dieta debe incluir legumbres, carnes magras y huevos tres veces por semana. Las carnes rojas y el embutido deberían comerlos solo de vez en cuando.
Os voy a dar una pauta de aquellos alimentos que no resultan nada beneficiosos en la infancia:
1. Lácteos azucarados: quesos fermentados, yogures líquidos y batidos
2. Bollería, galletas y cereales infantiles: pueden contener hasta un 43% de azúcares y gran cantidad de grasas de mala calidad
3. Zumos de frutas, tanto artificiales como naturales: la fruta siempre debe ser comida
4. Aperitivos salados: además de componentes nada saludables, al estar fritos a altas temperaturas, se generan acrilamidas, sustancias que pueden aumentar el riesgo de cáncer
Creo que, con todo esto, debería ser suficiente para recapacitar y hacer que nuestros peques prueben todo tipo de alimentos saludables. Porque ¿sabíais que los niños con un año y medio de edad ya deberían haber probado todos los sabores?
¿Que cómo se consigue? Pues repitiendo, repitiendo y repitiendo.
Mi recomendación es tener siempre mucha paciencia con los pequeños de la casa, introduciéndoles todos los sabores durante ese primer año y medio. Además, sus “papis” deben comer de todo sin rechazar delante de ellos ningún alimento, para que los hijos no copien patrones incorrectos.
Hay que educar el paladar desde la infancia.