Este verano, ¡no te reseques! Es importantísimo hidratarse.
La única bebida que es esencial para nosotros es el agua, porque constituye el componente principal de las células y de los tejidos de nuestro cuerpo.
Nuestro organismo está constituido de agua en un 60%.
Si efectuamos una actividad física, sea cual sea, siempre perdemos agua. Se calcula que, al día, entre la transpiración y las heces, se pierden unos dos litros de agua de media. Resulta pues indispensable tomar líquidos de manera continuada para evitar la deshidratación. Y no hay que esperar a tener sed, ya que la sed es un signo que nos envía nuestro cuerpo cuando está deshidratado, o sea, es una señal de alarma ante la pérdida de líquido.
Lo ideal sería tomar al menos ocho vasos de agua al día, repartiéndolos a lo largo de todo el día, para no saturar los riñones. El agua constituye también la mejor manera de prevenir los cálculos renales, causados por una mala hidratación. El agua permite eliminar correctamente todos los desechos y toxinas acumulados a lo largo del día.
Las infusiones calientes o frías, así como las frutas y verduras naturales, e incluso los caldos vegetales también son otras maneras de aportar agua a nuestro organismo.
Una alimentación sana y rica en frutas, verduras y legumbres constituye un medio excelente para garantizar una buena hidratación y un buen aporte de fibras, indispensable para un buen tránsito. De esta manera, se ingiere también gran cantidad de vitaminas y de antioxidantes. En cuanto a los vegetales, hay que mencionar las ensaladas verdes, los pepinos y el calabacín, que están repletos de agua. Os aportarán una excelente hidratación, además de vitamina C.
Sin embargo, hay que evitar las bebidas que contienen alcohol o cafeína, porque tienen un efecto deshidratante. En cuanto a las bebidas azucaradas, como las colas, a pesar de ser tentadoras, también deberemos evitarlas, porque tienen un falso efecto corta-sed.
Por último, hidratarse bien también consiste en refrescarse rápidamente con una buena ducha o un baño de pies. En los días de calor intenso, debéis meteros en el mar o en la piscina sin vacilar.
El agua es, en todas sus formas, indispensable para una buena hidratación de la piel.
