Nuestro ritmo de vida, el aumento del consumo de la comida rápida o la comodidad que ofrecen los productos precocinados hacen que, en muchas ocasiones, se descuiden los hábitos saludables respecto a la alimentación.
Siempre debemos tener en cuenta que, para comer sano, es importante saber que no hace falta hacer dietas estrictas, sino que basta con comer de forma equilibrada y variada, evitando los excesos de ciertos alimentos.
¿Una solución? Optar por sustituir algunos alimentos por otra versión más saludable.
¿Y cómo sustituir ciertos alimentos por una versión más sana?
Empecemos por el desayuno: es una de las comidas más importantes del día, hay que vigilar el exceso de azúcar. Optemos por sustituir los zumos envasados por una pieza de fruta natural. Compremos cacao puro en polvo antes que utilizar las típicas marcas de cacao que contienen mucho azúcar.
Además, hay que evitar tomar bollería industrial y alimentos procesados, pasémonos al pan, cereales integrales o copos de avena combinados con fruta de temporada.
En las comidas y las cenas, utilicemos siempre productos hechos en casa. Aunque dediquemos más tiempo en hacerlos, siempre serán más sanos que los comprados que ya vienen hechos.
Es muy importante tener en cuenta que los productos ultraprocesados -es decir, que ya vienen listos para comer, que sólo hay que freírlos en una sartén, darles una vuelta de microondas o meterlos unos minutos en el horno- tienen poca calidad nutricional.
Es cierto que estos alimentos son muy socorridos y que suelen ser más fáciles de comer por los más pequeños de la casa, ya que suele tratarse de alimentos como canelones, lasañas ya elaboradas, croquetas, sanjacobos, Nuggets, libritos o también pizzas o fideos ya elaborados, pero son mucho más insanos, tanto para ellos como para los mayores.
Tenemos a nuestro alcance alimentos que nos pueden ser de utilidad, tales como las conservas de pescado, que sirven para dar un toque a las ensaladas, bocadillos u otras recetas de fácil preparación. También las legumbres, que vienen ya cocidas en bote, son saludables y sirven para hacer ensaladas frescas, ideales para el verano o para cocinar purés en invierno.
No me cansaré de repetirlo: “Comer sano es posible”.