Año nuevo, vida nueva. Es lo que dice el refrán. Pero creo que este año no será así, sino que vamos a centrarnos en la vuelta al origen.
De la tendencia a una buena materia prima al regreso de las costumbres más tradicionales. Es lo que nos vamos a encontrar cuando salgamos a cenar a un restaurante, en el mercado, al hacer la compra o en nuestras casas y nuestras cocinas. Lo esta anunciando todo el mundo. ¡Y ya era hora!
Si existe una tendencia clara en cualquier industria, esa es la sostenibilidad. Más que una moda, el cuidado del medioambiente y el consumo responsable con la sociedad se han convertido en un estilo de vida que van más allá de reciclar el plástico.
Hace unos años, tan solo unos pocos se paraban a pensar en la importancia de la gastronomía sostenible. Hoy en día, este tipo de preocupaciones medioambientales forman parte de la forma de vida de cualquier persona responsable.
Es por eso que este año veremos cada vez más cartas que trabajen con huevos de ‘gallinas felices’, carnes de animales criados en libertad, verduras de temporada, pescados capturados de forma sostenible y, también, cafés de comercio justo.
Además, asistiremos al triunfo de hacer la compra en un mercado o supermercado ecológico y en colmados a granel, motivo por el que surgirán más tiendas en las que hacer la compra de forma responsable. O, por lo menos, así me gustaría que fuera.
Por eso, quiero pensar que triunfarán los productos de temporada, y que las recetas de toda la vida serán la “comidilla” en las redes sociales y en las conversaciones.
Como consecuencia del auge de la sostenibilidad, el producto se está convirtiendo en el auténtico protagonista. Los tomates tienen que saber a tomate, las carnes deben ser de buena procedencia y pescados, de nuestras costas.
Este año debería ser el de la vuelta a los clásicos, en el que la cocina tradicional sea la más apreciada. Deberíamos volver a comer como “en casa de la abuela”.
Pero, además de rescatar el recetario tradicional, hay que hacer referencia a la recuperación de las buenas costumbres, a las mesas bien puestas y la utilización de los cubiertos, por ejemplo.
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Resumiendo, nos vamos a acercar más a las cocinas y al producto de cercanía con una cocina sencilla pero muy muy saludable.
