Si padecemos osteoporosis, nuestros huesos son más frágiles de lo que deberían ser, y posiblemente nos han dado alguna medicación para combatirla. Pero muchas veces nos encontramos que no tenemos pautas alimentarias o simplemente recomendaciones que podamos seguir en nuestro día a día para ayudar a que la medicación funcione mejor o para no perjudicar más a nuestros pobres huesos.
Pues bien, veamos entonces:
¿Qué nos perjudica?
• Si tomamos mucha sal, aumentaremos la pérdida de calcio a través de la orina
• Si tomamos mucho fósforo (comida preparada, quesos curados o muchos refrescos) aumentará el efecto debilitante en nuestros huesos
• El tabaco y el alcohol favorecen la disminución de la masa ósea y dañan las células formadoras de hueso
• Ojo con algunos medicamentos: los corticoides pueden aumentar el riesgo de fracturas
• No hagamos combinaciones de alimentos que nos debilitan: por ejemplo, el té, el cacao, las espinacas y las fresas no dejan que se absorba bien el calcio, y por eso es mejor no tomarlos junto a alimentos ricos en calcio. Otra de las mezclas que dificulta la absorción del calcio es el salvado de cereales con leche o yogurt
¿Qué nos beneficia?
Para fabricar colágeno en beneficio de nuestra masa ósea, debemos:
• Lo primero e imprescindible es tomar todo tipo de frutas, verduras y hortalizas frescas, ya que su alto contenido en vitamina C nos ayuda.
• Lo segundo, tomar alimentos ricos en azufre, tales como carnes, pescados, huevos y lácteos
• Y lo tercero, tomar gelatinas: aunque en España no tenemos demasiada tradición, son muy beneficiosas para la formación de colágeno
Y, por último, para ayudar a fortalecer los huesos debemos recargarnos de vitamina D, K, C, B12 y magnesio.
Una de las máximas a tener en cuenta es tomar el sol 15 minutos al día, y si además lo hacemos caminando, tengamos muy, muy claro que nuestro cuerpo, y especialmente nuestros huesos, nos lo agradecerán.