La Fundación EAT, plataforma global para la transformación del sistema alimentario, nos aconseja doblar el consumo de fruta y vegetales, y reducir el de carne roja y azúcar.
El profesor de Harvard Walter Willett, uno de los responsables de este informe, señala que “la transformación a dietas saludables para el 2050 requerirá cambios sustanciales” en la alimentación.
“El consumo mundial de frutas, vegetales, frutos secos y legumbres deberá duplicarse, y el consumo de alimentos como la carne roja y el azúcar deberá reducirse en más del 50%”, explica en el documento.
Apunta también que “una dieta rica en alimentos de origen vegetal y con menos alimentos de origen animal confiere una buena salud y beneficios ambientales”.
Su propuesta aboga por el cambio a dietas saludables, sabrosas y sostenibles; realinear las prioridades del sistema alimentario para las personas y el planeta; producir más de la comida adecuada, y de forma más eficiente; salvaguardar los océanos y la tierra; y reducir radicalmente las pérdidas y desperdicios de alimentos.
El estudio advierte que “la producción mundial de alimentos amenaza la estabilidad climática y la resistencia del ecosistema”, y prevé también que la agricultura mundial hará una transición hacia la producción sostenible de alimentos, lo que llevará a un cambio del uso de la tierra, en el que ésta pasará de ser una fuente neta de carbono a convertirse en un sumidero neto de carbono.
Y concluye que los cambios de las dietas actuales hacia otras más saludables probablemente generarán importantes beneficios para la salud y permitirán prevenir aproximadamente once millones de muertes por año, lo que representa entre el 19 % y el 24 % del total de muertes en adultos.
El sector cárnico ha distribuido una nota en la que señala que el consumo de carnes en España está dentro de las pautas marcadas por los organismos internacionales de salud, al tiempo que se reafirma en su compromiso con una alimentación variada y equilibrada, en el marco de la Dieta Mediterránea, que incluya todos los grupos de alimentos, con los grados de consumo saludable recomendados por la comunidad científica.