Lo primero es explicar un poco qué es el colesterol. El colesterol es una grasa que fabrica el hígado, y es necesario en nuestro organismo para determinadas funciones. Circula por nuestra sangre dentro de una lipoproteína que le hace de vehículo para poder viajar por ella. LDL y HDL, estos son los dos vehículos que utiliza.
La LDL (o colesterol “malo”) es la lipoproteína que suministra el colesterol a las distintas partes del cuerpo, y nunca puede haber más de la que se consume, ya que si no se acumula en exceso.
La HDL (o colesterol “bueno”) es la que transporta hacia el hígado los residuos para ser destruidos, o sea, la “limpiadora”.
Evidentemente, los valores siempre se miden a través de las analíticas.
¿Qué tipo de alimentación nos ayudará a bajarlo, o a mantenerlo en valores correctos?
• los pescados azules, ya que contienen omega 3, muy beneficioso para nuestro organismo
• las nueces, que debemos comer en cantidades moderadas, y también nos pueden ayudar a aumentar nuestro colesterol bueno
• el aceite de oliva, que ya sabemos que es cardiosaludable. Sus grasas también benefician al colesterol bueno
• el chocolate negro también nos ayuda, pero siempre con moderación
• aumentar el consumo de productos integrales, ya que la fibra disminuye la absorción del colesterol de los alimentos.
• Y, por último, os desaconsejo los fritos como técnica de cocinado, ya que no es la más saludable en caso de tener el colesterol alto
Como conclusión:
La dieta para reducir el colesterol deberá ser siempre rica en grasa monoinsaturada, presentes en el aceite de oliva o el aguacate, y también rica en grasa poliinsaturada, como el omega3 que encontramos en los pescados azules y las nueces, con una cantidad correcta de fibra y antioxidantes, presentes en las frutas cítricas y en los esteroles de las verduras.