Mantenerse siempre joven: lo que comes también puede envejecerte
La alimentación diaria tiene una influencia importantísima en nuestro organismo, no solo a nivel de funcionamiento metabólico, sino que también repercute en tu aspecto exterior.
¿Quieres sentirte más ágil, vital y verte más joven? Todo esto lo podrás conseguir, con el paso de los años, si te estás alimentando de manera saludable y llevas un estilo de vida sano, que incluya ejercicio físico, actividades al aire libre y un descanso de calidad.
Las claves a nivel alimentario serán:
• Tomar cereales integrales, legumbres y semillas, que nos proporcionan la energía y son limpiadores de sustancias nocivas.
• Tomar más proteínas vegetales que animales, que nos hacen aumentar la elasticidad de los tejidos.
• Tomar frutas y verduras frescas que nos aportan las vitaminas y los minerales necesarios para mantener a raya el envejecimiento celular.
Estos serían los tres pilares básicos, pero además deberemos eliminar determinados productos nocivos para nuestra salud, además de dejar de lado el sedentarismo y el tabaco.
¿Y qué deberemos eliminar?
Pues los tres principales tipos de alimentos más nocivos para nuestro proceso de envejecimiento celular son:
• Las grasas saturadas, generalmente procedentes de productos animales, se compactan a temperatura ambiente, y cuando se consumen en exceso se acumulan en los tejidos, las células y sobre todo en los vasos sanguíneos, de manera que nuestro cuerpo se endurece y se hace poco flexible. Esto quiere decir que nuestro flujo sanguíneo es más pobre y se oxigena en menor cantidad. A causa de esto tardarán más a renovarse las células de nuestra piel y nuestro aspecto será más envejecido.
• Los azúcares refinados, que desencadenan fluctuaciones en nuestros niveles de azúcar en sangre. Esto nos deja la piel con aspecto fatigado, con una pigmentación irregular y con la aparición de manchas y capilares rotos.
• La sal, que, si la consumimos en exceso, endurece las grasas y contribuye a la sequedad cutánea.