Hoy empiezo mi blog y le he estado dando mil vueltas a lo que iba a poner, y al final he llegado a la conclusión de que, aunque yo no sea escritora y no sepa expresarme correctamente, sí que voy a intentar, con lo que tengo a mi alcance, que es mi experiencia en consulta, explicaros lo que quiero transmitiros.
Historia Real de Superación
AH, paciente mía desde hace 3 años, actualmente tiene 29 años y es una persona feliz y absolutamente normal, trabaja en el sector de la sanidad, y nos conocimos cuando tenía 25 años y pesaba 130 kg. O sea, una obesidad mórbida.
Un buen día entró en mi consulta porque quería adelgazar, y nos pusimos manos a la obra… La verdad es que no funcionó, ella decía que lo hacía correctamente y que seguía engordando, o simplemente que no perdía ni un gramo. Se excusaba con que apenas había comido y sólo se había pasado en alguna pequeña porción de tarta por un cumple, o algún refresco… Pero el resultado, según ella, era que las dietas no le funcionaban (“problemas metabólicos”, decía).
Se convencía ella sola de que lo hacía bien y de que no le funcionaba.
¿Cuántas veces habré escuchado yo eso en mi consulta?
Nos costó muchas visitas, siempre oyendo lo mismo, hasta que finalmente lo dejó, tiró la toalla y siguió ganando peso.
Hasta que un buen día, hace un año aproximadamente, tomó la mejor decisión de su vida, según ella. Retomó la dieta, hicimos una buena educación alimentaria, una dieta bien hecha apoyada con auriculoterapia, ejercicio físico desde el primer día y, sobre todo, una buena dosis de fuerza de voluntad y ganas de conseguirlo, Sin prisa, pero sin pausa!
Y ahí está, con 70 kg de peso, con una enorme sonrisa y tomando un café conmigo esta mañana, cuando le he pedido permiso para contar su caso en este blog.
Con esto, me gustaría que quienes lo leáis tengáis claro que todo en esta vida cuesta un esfuerzo, pero que el esfuerzo, cuando te lleva a tu fin, resulta muy, muy gratificante.
Me gustaría que este ejemplo sirva para que aquellas personas que necesitáis perder peso, recapacitéis y valoréis que es una cuestión de salud, que hay que hacer un cambio de “chip” frente a la comida y a nuestra manera de comer, a veces tan equivocada.
¡Si te lo propones, puedes!
