Entramos en las fiestas de Navidad, con muchos días seguidos de comilonas familiares, donde todos caemos en los excesos.
Os voy a dar algunas recomendaciones que os servirán de ayuda para que los menús sean más digestivos y saludables:
1. Que no falte la ensalada, a base de “amargos” como la escarola, endivias, rúcula o rabanitos. Para hacerla colorida y festiva, se les puede añadir granada, pepino, zanahoria y cebolla macerada un par de horas con vinagre de manzana. Nos ayudará a digerir las grasas y proteínas, y compensará el resto de la comida que pueda ser más copiosa.
2. Vinagreta digestiva. Añade nabo crudo picante o jengibre rallado a tu ensalada. El aceite de oliva virgen nos aportará grasas saludables (omega 9) y el vinagre de manzana nos ayudará a digerir mejor.
3. Hinojo rayado. El hinojo ayuda a evitar los molestos gases o flatulencias. Se puede añadir a la ensalada, o bien tomarlo en sopa o en infusión.
4. Postres sin azúcar. Pueden ser frutas digestivas como por ejemplo la piña o la papaya fresca.
5. Y en la otra comida/cena… compensa. Es interesante compensar la otra comida del día, ya sea comida o cena, con una propuesta ligera. Puede ser una crema de verduras con semillas de girasol, un caldo de verduras con un huevo poché o unas verduras al vapor con sésamo triturado espolvoreado.
Además, podemos ayudarnos tomando lecitina de soja (una cucharada sopera ayuda a digerir las grasas), cardo mariano (una de las plantas depurativas hepáticas por excelencia, útil para apoyar al hígado en su trabajo de detoxificación y contrarrestar posibles excesos de alcohol) o infusiones digestivas (es muy recomendable una mezcla a base de anís, menta, hinojo y manzanilla).
Y os dejo mi consejo “estrella”: desayunar, todos los días de comilonas, una o dos peras con un café con leche descremada. Veréis que es un gran descongestionante hepático, un diurético fenomenal y, a su vez, el mejor de los laxantes.
¡FELIZ NAVIDAD, SIEMPRE CON MODERACIÓN!
