Las personas llevamos años comiendo fruta, huevos, frutos secos y tomando leche. ¿Por qué los alimentos se han vuelto contra nosotros?.
Cada día hay más conocimiento sobre las alergias y se diagnostican más y mejor, pero esto está sacando a la luz cada vez más casos, y este aumento nos empieza a preocupar, y mucho. Se está creando una alarma, no se puede justificar sin más, y hay que empezar a pensar por qué está pasando.
Una de las teorías o argumentos para explicar este incremento se repite constantemente: “el desarrollo, a todos los niveles”.
Se ha visto que hay cierta influencia genética, pero no queda demasiado claro que ésta sea la causa principal, y lo que más suena es que la dieta desempeña un papel importantísimo.
“Comemos cada día más alimentos procesados y grasas saturadas de origen animal, y menos frutas y verduras”.
Por muchas campañas que se hagan, la gente no rectifica, y todos estos alimentos perjudican a los microbios que habitan en nuestros intestinos (la flora intestinal). Además, la contaminación ambiental tampoco ayuda, porque estimula la respuesta alérgica en general y hace que el sistema inmune sea mucho más sensible.
En realidad, no se sabe con certeza por qué han aumentado tanto las alergias alimentarias, y a su vez las alergias al polen y a la fruta.
Pero sí se ha visto que, por ejemplo, los Amish pueden darnos alguna respuesta. Ellos viven en granjas, sus hijos están expuestos a microbios y bacterias, lo que hace que tengan menos alergias porque su sistema inmunológico está reforzado por el contacto con los animales.
Un estudio publicado en The New England Journal of Medicine concluyó que, al parecer, ese modo de vida puede tener una influencia positiva en nuestra microbiótica, que se conforma básicamente en los 100 primeros días de vida.
¿Será que tendremos que revisar la Teoría Higienista, que sostiene que vivimos en ambientes tan limpios que nuestro sistema inmune se atonta, y reconoce como dañino algo que no lo es?