Actualmente hay una gran tendencia a padecer infecciones de repetición. Esto no nos indica nada más que un estado de debilidad en nuestro sistema interno, ya que para que una infección se desarrolle es necesario no solo la presencia de un microorganismo, sino también que en ese momento exista el medio adecuado para que ese microorganismo pueda proliferar.
¿Qué podemos hacer para que esto no suceda?
Limpiar nuestro medio interno: de esta manera, aunque llegue un microorganismo no podrá proliferar. Podemos utilizar diferentes recursos, como por ejemplo plantas y alimentos medicinales, que tienen una acción desinfectante y que además pueden estimular el sistema inmunitario (como la equinácea, el propóleo, el clavo, el jengibre, el tomillo, el orégano, la cebolla, el ajo, etc.).
También podemos reforzar nuestro sistema inmunitario con algunos nutrientes como la vitamina C o el cobre (oligoelemento) o alimentos como las setas shitake, maitake, o reishi que ahora están tan de moda. Pero, sobre todo, debemos asegurarnos que tanto el aparato digestivo como el respiratorio funcionen bien, ya que son importantísimos para la buena salud de nuestro sistema inmune.
Para mí, y para muchos profesionales de la salud, el abuso que se hace actualmente de los antibióticos puede ser un gran problema, ya que nos alteran la flora intestinal y dificultan la absorción de nutrientes, a la vez que nos ensucian. De ahí la importancia de tomar probióticos tras los tratamientos, para poder repoblar correctamente nuestra flora y, con ello, evitar las posibles infecciones que muchas veces aparecen tras estos tratamientos.
Se sabe que la toma en exceso de antibióticos puede favorecer infecciones por parte de otros organismos que no son eliminados por ellos, tales como los hongos o incluso algunos virus.
Así que mi recomendación será: siempre es mejor limitar el uso de antibióticos a cuando sean realmente necesarios.
Dic
12