Halloween, también conocido como Noche de Brujas, se celebra internacionalmente el 31 de octubre en países anglosajones y, en menor medida, también en otros países como España (para nosotros, es la víspera del día de Todos los Santos). Y es costumbre esa noche vaciar y tallar las calabazas para convertirlas en faroles, poniendo dentro una vela y dejándolas en las entradas de las casas para ahuyentar a los espíritus de los difuntos.
Pues bien, no hay que desaprovechar la ocasión, y mientras nuestros niños se divierten disfrazándose con atuendos terroríficos, podemos utilizar la carne de la calabaza que hemos vaciado y hacer con ella una rica y nutritiva sopa o una crema para la cena.
Y aquí, en Cataluña, tenemos una tradición, también muy arraigada, que es la de celebrar esa noche la Castañada.
¿Sabéis cuál es su origen?
Yo os lo explico: la tradición dice que la noche del 31 de octubre, los campaneros debían hacer sonar las campanas toda la noche en recuerdo de los difuntos. Y os preguntaréis: ¿cómo conseguían la energía suficiente para aguantar?, Pues tomando lo imprescindible para celebrar una buena Castañada:
• El elemento principal son las castañas y los boniatos asados.
• Además, no nos pueden faltar los Panellets, esos dulces de almendras y piñones que gustan a todos y que hoy podemos encontrar de muy diferentes sabores.
• Y claro, todo esto acompañado con un vino dulce, nuestro famoso Moscatel.
Si, además, cuentas con la buena compañía de amigos o de la familia, y has terminando vaciando calabazas con los niños -o no tan niños-, podrás hacer una riquísima cena mezclando las dos tradiciones:
Crema o sopa de calabaza + castañas y boniatos asados + unos panellets con un vasito de Moscatel.
Espero sigáis mis recomendaciones y no dejéis de celebrar las tradiciones.
¡Feliz Castañada! o ¡Feliz Halloween!, ¿qué más da? ¡La cuestión es celebrarlo!
